
MICROALGAS
Desbloquea el potencial del suelo
Cónoce
Nuestra historia
Somos una empresa basada en innovación y biotecnología que emplea los beneficios de las microalgas con el firme propósito de resolver los mayores problemas de la agricultura moderna. Nuestras soluciones se centran en la restauración del suelo, como eje central para el incremento y sostenibilidad de la productividad agrícola.
Nuestras soluciones
Microalgas: nuevos protagonistas del microbioma vegetal
Las microalgas son una fuente única de más de 250 compuestos bioactivos capaces de transformar el entorno agrícola. No solo nutren directamente a las plantas, sino que también estimulan de manera selectiva a los microorganismos benéficos que habitan en la filosfera y rizósfera. Esta sinergia fortalece el microbioma vegetal, ayudando al cultivo a resistir plagas, enfermedades y condiciones de estrés ambiental. Al mismo tiempo, mejoran la estructura físico-química del suelo, lo que se traduce en una mayor fertilidad y en una óptima asimilación de nutrientes esenciales para el desarrollo del cultivo.
FILOSFERA
La filosfera constituye la primera línea de defensa de la planta frente al ambiente externo. Los microorganismos que habitan en las hojas desempeñan un papel vital al mitigar el impacto de factores de estrés abiótico como la radiación UV y las variaciones térmicas. La incorporación de microalgas vivas potencia esta comunidad microbiana, reforzando la protección natural de la planta y mejorando al mismo tiempo la asimilación de nutrientes a través del follaje. De este modo, la filosfera se convierte en un escudo dinámico que impulsa la salud, la eficiencia metabólica y la productividad del cultivo.


RIZÓSFERA
La rizósfera es una zona estratégica donde las raíces de la planta interactúan de manera directa con los microorganismos del suelo. Al incorporar microalgas vivas en este entorno se activa una serie de procesos biológicos que transforman la salud del cultivo: se estimula la actividad de microorganismos benéficos, se optimiza la disponibilidad y asimilación de nutrientes, se incrementa la capacidad del suelo para retener agua y se fortalece el sistema radicular. Como resultado, la planta desarrolla una mayor resiliencia frente al estrés abiótico, asegurando un crecimiento más vigoroso y sostenible.




